La mano dura o siempre trae resultados exitosos. En el caso de la política migratoria estadounidense, los números no son alentadores para el presidente Donald Trump, quien maneja cifras de las detenciones de migrantes irregulares.
De acuerdo con información de la agencia de noticias EFE, entre 2017 y 2018 se vio un incremento del 25.4% en la frontera sur, la de mayor demanda debido a la cercanía de esta con los países centroamericanos.
La fuente mostró que 521.190 personas fueron aprehendidas por los cuerpos de seguridad fronterizos, la tercera cifra más alta en los últimos seis años, convirtiéndose también en un alza de 105.673 personas respecto a 2017.
Los indocumentados representaron un número menor en 2017, con el total más bajo del lapso.
La situación, de acuerdo con una fuente diplomática que pidió no ser identificada, señaló que el caos migratorio representa “una crisis sin precedentes en la historia” de Estados Unidos.
Pese a la insistencia de Trump por tomar medidas más fuertes, ciudadanos de otros países, sobre todo de la región cercana, se han abierto paso por sus propios medios para poder instalarse en territorio norteamericano.
