Tras las protestas de los denominados “chalecos amarillos”, el presidente de Francia, Enmanuel Macron, llamó a un diálogo para discutir las reformas económicas sobre el precio de la gasolina y otros impuestos.
Con esta medida, Macron intenta calmar las protestas de los últimos meses. “Pienso que de este debate puede salir una clarificación de nuestro proyecto nacional y europeo, de futuro, nuevas ideas”, escribe el presidente francés en un comunicado.
Hay sin embargo bastantes líneas rojas en ese diálogo. Sin mencionarlas específicamente, Macron dejó claro que no piensa dar marcha atrás en las reformas emprendidas en el año y medio que lleva en palacio de Elíseo.
Según reseña El País, la reimplantación del Impuesto sobre las Fortunas, es uno de los puntos en los que el mandatario no está dispuesto a ceder. En respuesta algunos sectores lo han apodado “el Presidente de los ricos”.
