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MARYLAND: Un mercado para combatir la desnutrición

Siempre será mejor comer lo que producen los agricultores de su área. Serán alimentos frescos, que no pasan de mano en mano, más baratos y que reducen la contaminación, este último componente es importante por el cambio climático.

Con esos ideales en mente cada miércoles un puñado de granjeros, la mayoría latinos, levantan sus carpas y llenan sus mesas de tomates, pimientos, papas, fréjol tierno (habichuelas), cebolla, y hierbitas, entre otros productos de la tierra. Ponen a la vista frutas de la temporada, refrescantes jugos y platos humeantes de verduras y carnes asadas al carbón.

Esta cita de huevos de pato recogidos un día antes y miel de abeja que va directo del panal al envase, toma cuerpo en Takoma Park, donde la calle Anne se une con University Blvd. Es parte del programa Crossroads Farmers Market y está pensado en dibujar un círculo ideal: si el agricultor vende más tiene mayores ingresos; los consumidores comen productos locales más baratos, frescos y nutritivos; y, el gobierno de Maryland combate el desempleo y la desnutrición en las mujeres embarazadas y los niños.

Mayoría latina

En este mercado, donde el 75% de agricultores y consumidores son hispanos, se aceptan food stamps y cupones de alimentos llamados eWIC. Los consumidores canjean sus cupones por unas fichas de madera o de metal en un puesto específico del mercado. Los agricultores a la hora de vender reciben esas fichas, luego las entregan en el mismo puesto de trueque y días después reciben un cheque.

Michelle Dudley, directora de Iniciativas de Crossroads Farmers Market, explicó cómo funciona:  los agricultores multiplican sus ventas, porque si una familia gasta $20 en el mercado, el programa les dobla esa cantidad entregándole cupones. De lo que se trata es que los granjeros vendan en mercados cercanos lo que cosecharon recientemente y que los clientes se lleven más productos de lo que su bolsillo les permitiría en una tienda tradicional.

“Tengo cuatro años en este mercado y estos han sido los mejores meses, lo que más vendo es elote (mazorca), sandía y fréjol rojo”, contó José Montoya. Era cierto, a las 11 de la mañana del segundo miércoles de septiembre, algunas amas de casa se fueron sin las habichuelas que tanto querían. Un puesto más allá Aracely Varilla poco a poco vaciaba su contenedor de hierba mora y chipilín, vegetales con los que los centroamericanos hacen sopa y rellenan pupusas. “Los cupones de WEC que les dan a las embarazadas y a las que están dando de lactar son muy buenos para los agricultores y los consumidores”, dijo. Cuando se termina la venta, ella vuelve a su trabajo de chofer en un bus escolar y su esposo a la carpintería.

VEGETALES. Aracely Varillas (foto) lleva adelante este puesto junto con su hermana Edith Linares.


   
   

CREDITO: Olga Imbaquingo – ETL

VEGETALES. Aracely Varillas (foto) lleva adelante este puesto junto con su hermana Edith Linares.

Es un mercadito con no más de 15 ó 20 puestos y hay una razón para ello. Según Dudley, la intención no es saturarlo de vendedores porque venderían los mismos productos y se reducirían las ganancias. Se verifica que todo lo que venden lo cultivan o lo elaboran ellos. Casi todos los granjeros son de Maryland, uno o dos vienen de Pensilvania y el sur de Virginia.

“Es muy buena la existencia de este mercado y los cupones, eso nos permite a los agricultores continuar en el negocio, puesto que nosotros no podemos competir con los grandes supermercados”, dijo Carin Celebuski, quien vende huevos de gallina y de pato recogidos antes de ir al mercado, las flores son cortadas por ella misma y cuando es tiempo de miel esa también viene de su granja.

Entre las verduras está el único puesto de artesanía. Collares, aretes y pulseras de tagua hechas por Mireya Vargas. Los precios no son tan accesibles para el tipo de clientela del mercado, pero esta colombiana también hace unos preparados con aceites esenciales para el estrés, el cansancio, el insomnio y la fatiga y así tiene su clientela asegurada.

El círculo se cierra con Nancia’s Antojitos, de propiedad de Nancia Sical. Este es un buen ejemplo de cooperativismo, cuando ella le hace falta verduras para preparar sus platos solo tiene que ir por los puestos de los agricultores y conseguir lo que busca. Su clientela hace cola por esas suculentas bandejas de arroz, frejoles ensalada y carne asada con tortillas.

ENTRENAMIENTO. Nancia Sical (izq.), junto a su hija Nancy, recibió entrenamiento antes de poner su puesto de comida Nancia’s Antojitos.


   
   

CREDITO: Olga Imbaquingo – ETL

ENTRENAMIENTO. Nancia Sical (izq.), junto a su hija Nancy, recibió entrenamiento antes de poner su puesto de comida Nancia’s Antojitos.

Sical recibió entrenamiento en la cocina industrial comunitaria que Cross Road Market tiene en Takoma. Cualquiera de estos preparados debe pasar las normas de higiene y salud que exige el estado. “Aquí estoy fijo cada miércoles de marzo a noviembre, el resto de tiempo limpio casas y hago arreglos y decoraciones con frutas”, dice Sical, cuya dulzura y calidez son tan grandes como esos generosos platos que sirve.

¡SALUD Y SABOR!

Entrenamiento. El programa de Crossroads Community Food Network incluye el entrenamiento en la cocina comunitaria para quien quiera poner un negocio de comida. Además les ayudan a navegar en todo el sistema de permisos y licencias para una empresa relacionada con alimentación. Para más información visite: crossroadscommuni….

Beneficiarios. Cada residente de Maryland que compra en Crossroads Farmers Market es elegible para recibir un cupón de $20 cada semana, para que compre productos frescos, cosechados localmente. Unas veinte mil personas se han beneficiado en los últimos 10 años.

Sábado. Ponga en su calendario: el 28 de septiembre se realizará el mercado de la noche, entre 4:00 y 8:30 pm. Habrá música en vivo, comida, artesanías, cerveza artesanal, helados y diversiones para los niños y muchos vegetales y legumbres.