Este lunes las autoridades turcas arrestaron a 100 personas, la mayoría de estos ciudadanos, son extranjeros y la acusación del hecho se debe a que se presume que pertenezcan al grupo yihadista Estado Islámico, en una operación que medios locales enlazan con el último despliegue de seguridad que buscaría evitar los ataques en el país, durante las fiestas de celebración de fin de año.
Se conoció que más de la mitad de los ciudadanos que se encuentran detenidos, son iraquíes, una veintena de ellos son sirios y uno es marroquí.
Los arrestos fueron realizados en operaciones distintas en seis provincias del país, la principal de ellas en Ankara y aún se encuentra un despliegue de oficiales en búsqueda de aproximadamente 20 involucrados con el grupo terrorista.
La agencia oficialista Anadolu informó que los detenidos son sospechosos de haber participado en combates en Siria e Irak.
Durante los registros a los domicilios, la Policía incautó armas, municiones y documentos pertenecientes a los involucrados.
La agencia oficialista Anadolu notificó que esta operación se encuadra dentro de un aumento significativo de la vigilancia contra grupos islámicos radicales para lograr evitar ataques durante las celebraciones de fin de año.
En el año 2017, en Nochevieja en un club de Estambul se celebraba una fiesta con motivo de la despedida del año, ese día se registró un atentado yihadista que dejó aproximadamente 39 personas muertas, entre las se encontraban 26 extranjeros.
Durante mucho tiempo, Turquía fue acusada de permitir que los yihadistas cruzaran su frontera con dirección a Siria tras el inicio del conflicto que devasta al país desde el año 2011, pero después de varios atentados ejecutados por el EI, en el 2015, el país se adhirió a la coalición internacional antiyihadista.
