Decenas de miles de hongkoneses tomaron las calles del miércoles en la ciudad financiera del país, en una marcha de Año Nuevo con el objetivo de exigirle a los ciudadanos de la excolonia británica mantenerse protestando durante el año 2020.
A petición de la Policía, la manifestación tuvo que ser cancelada, situación que generó nuevos enfrentamientos entre agentes y manifestantes que se consideran radicales.
Aunque la marcha había sido autorizada por las autoridades policiales locales, la Policía pidió al organizador, el Frente Civil de Derechos Humanos, que acabara con la multitudinaria marcha luego de tres horas de inicio, argumentando que algunos manifestantes ya se encontraban arrojando ladrillos y cócteles molotov, hasta tenían, a su juicio, intenciones de incendiar tiendas y bancos a lo largo de la ruta.
Todo inició luego de que varios activistas vandalizaran la protesta y una sucursal del gigante bancario HSBC, lo que generó molestia en los agentes quienes comenzaron a lanzarles gas pimienta.
Durante la manifestación que fue organizada por el grupo que en varias ocasiones ha logrado movilizar más de 1millón de personas, el Frente Civil de Derechos Humanos, los protestantes cantaban y reiteraban las demandas del movimiento prodemocrático.
Dentro de las demandas se encuentran: la retirada del proyecto de ley, una investigación independiente sobre la brutalidad policial a la hora de reprimir protestas, amnistía a los más de 6mil detenidos hasta la fecha, la retirada del término “revuelta” a la manifestación del 12 de junio, y el sufragio universal que les permita elegir al jefe del Ejecutivo local y los diputados.
La excolonia británica comenzó este 2020 con celebraciones que se vieron deslucidas por diversas protestas a lo largo de la noche del martes al miércoles y por enfrentamientos en las calles entre manifestantes y agentes policiales.
Periodistas locales informaron a través de su cuenta en Twitter sobre los hechos vandálicos que reinaron en las protestas y cómo los policías locales buscaban proteger las esculturas hongkonesas.
Aunque dichos enfrentamientos no fueron tan agudos como en ocasiones anteriores, el distrito comercial de Mong Kok observó cómo los manifestantes más radicales bloqueaban carreteras, provocaban incendios e interrumpían el tráfico.
