Zeinab Soleimani, en un discurso transmitido después de que el presidente Donald Trump ordenara el asesinato del máximo general iraní le dijo al presidente norteamericano que era un loco al pensar que todo había terminado con el martirio de su padre.
Este lunes, miles de iraníes abarrotaron las calles de Teherán para el funeral de Qassem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, que murió en un ataque aéreo estadounidense la semana pasada.
La hija del general aseguró que la muerte de su padre traería un día oscuro para Estados Unidos.
Irán ha prometido ante el mundo vengar el asesinato de Soleimani, quién fuera arquitecto de la campaña de Irán para extender su influencia en toda la región y considerado héroe nacional entre muchos iraníes, incluidos los que no se consideran devotos partidarios de los dirigentes religiosos que gobiernan la República Islámica.
La dimensión de las multitudes en Teherán recordaban las manifestaciones de 1989 durante el funeral del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruhollah Jomeini.
Donald Trump, por su parte, respondió a las advertencias de Irán, amenazando con atacar 52 emplazamientos iraníes, incluyendo objetivos culturales.
Si Teherán ataca a los estadounidenses o los bienes de Estados Unidos, razón que profundiza aún más la crisis y los temores de una importante conflagración en Oriente Próximo, EEUU atacará sin pensar o medir sus acciones, con tal de proteger y defender a sus ciudadanos.
Algo peculiar en el funeral es que los ataúdes del general iraní y el líder de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, que también murió en el ataque al aeropuerto de Bagdad el viernes, pasaron por encima de los dolientes congregados en el centro de Teherán, mientras muchos de ellos cantaban “muerte a Estados Unidos”.
Uno de los principales objetivos de la República Islámica es expulsar a las fuerzas estadounidenses del vecino Irak, situación que quedó más cerca el pasado domingo cuando el parlamento iraquí respaldó una recomendación del primer ministro para que se ordenara la salida de todas las tropas extranjeras.
El primer ministro interino iraquí, Adel Abdul Mahdi, renunció en noviembre tras el inicio de las protestas antigubernamentales.
Los líderes chiíes de Irak, han pedido la expulsion de las tropas estadounidenses, desde el ataque del viernes
