En los estados indecisos de todo el país, los republicanos ya se están preparando para impugnar los resultados de las elecciones. El domingo, el presidente Donald Trump dejó en claro que también planea llevar rápidamente la contienda presidencial a los tribunales.
“Vamos a ir en la noche, tan pronto como terminen las elecciones, vamos a ir con nuestros abogados”, dijo Trump a los periodistas en Charlotte, Carolina del Norte.
Los comentarios del presidente se encuentran entre los más inequívocos hasta el momento de que está adoptando una estrategia legal agresiva, en una elección que ya ha estado plagada de una multitud de demandas.
La mayoría de los republicanos no han tenido éxito en sus esfuerzos por limitar las opciones de votación ampliadas en el contexto de la pandemia de coronavirus, reseñó The Washington Post. Incluso una decisión de la Corte Suprema la semana pasada permitió a Pensilvania y Carolina del Norte contar las boletas emitidas antes del día de las elecciones, pero recibidas días después.
Trump ha criticado repetidamente a la Corte Suprema por esas decisiones, una queja que volvió a ventilar la noche del domingo, en medio de un torbellino de cinco manifestaciones en cinco estados indecisos.
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“Creo que fue una decisión terrible para nuestro país tomada por la Corte Suprema”, dijo Trump a los periodistas antes de su manifestación en Hickory, Carolina del Norte. “Y creo que es una decisión muy peligrosa”, añadió.
Los estrategas republicanos han centrado su atención en prepararse para cuestionar la validez de las boletas individuales.
No está claro exactamente dónde estaba prometiendo el presidente un desafío legal, pero sus comentarios se produjeron en medio de una discusión sobre la votación en el estado clave de Pensilvania, donde alegó -sin evidencia- que los plazos extendidos para contar las boletas por correo conducirían a fraude.
“Creo que es terrible cuando no podemos conocer los resultados de una elección la noche de los comicios en la era moderna de las computadoras”, dijo Trump, antes de alegar que los gobernadores demócratas de Pensilvania y Nevada interferirían de alguna manera con el conteo.
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También sugirió que los votantes tenían la culpa de esperar demasiado para enviar las boletas, aunque los retrasos en las entregas, por parte del Servicio Postal de los Estados Unidos, bajo un director general respaldado por Trump, se han convertido en el factor determinante.
“No creo que sea justo que tengamos que esperar mucho tiempo después de las elecciones (…) Si las personas quisieran recibir sus boletas, deberían haberlas recibido mucho antes. Podrían haber puesto sus boletas hace un mes”, sostuvo.
Fuente: The Washington Post.
Traducción libre del inglés por El Tiempo Latino.
