Dos miembros del comité del 6 de enero, la republicana Liz Cheney y la demócrata Zoe Lofgren, presentaran esta semana una reforma a la Ley de Conteo Electoral, con el objetivo de prevenir intentos de anular las elecciones, cuya votación se podría llevar a cabo esta semana.
La Ley de Conteo Electoral es una legislación de 1887 que indica los procedimientos para contar y certificar los votos electorales después de una elección presidencial.
“El Sr. Trump continúa haciendo alegaciones intencionalmente falsas de fraude electoral (…) Y los candidatos actuales para cargos clave, que podrían intentar cambiar el resultado de elecciones futuras, también aceptan esas mentiras y otras teorías de conspiración sin fundamento”, explicaron Cheney y Lofgren acerca de las motivaciones del proyecto en un artículo de opinión en The Wall Street Journal el domingo.
“(…) propondremos reformas a la Ley de Conteo Electoral para proteger el estado de derecho y garantizar que los esfuerzos futuros para atacar la integridad de las elecciones presidenciales no puedan tener éxito”, agregaron.
Ley en detalle. La Ley de Reforma de Elecciones Presidenciales se basa en cuatro principios:
- Aclarar que el papel del vicepresidente es meramente ceremonial. Por lo tanto, no tiene autoridad para rechazar el resultado de una elección o retrasar su certificación.
- Elevar el umbral para objetar electores de un miembro de la Cámara y el Senado a un tercio de cada cámara.
- Los gobernadores y los estados deben enviar la lista de electores al Congreso para los candidatos que ganaron las elecciones según la ley estatal antes del día de las elecciones.
- Permite que los candidatos presidenciales demanden a cualquier funcionario local que intente retrasar el envío de los resultados de las elecciones al Congreso para su certificación.
Se espera que el Comité de Reglas de la Cámara baja revise el proyecto de ley el martes y podría ser considerado en el pleno esta semana, de acuerdo con el líder de la mayoría demócrata de la cámara, Steny Hoyer.
“El comité tendrá más que decir en los próximos meses sobre el alcance total de los planes del Sr. Trump para anular las elecciones de 2020, pero también tenemos la obligación de recomendar legislación para asegurarnos de que tal ataque nunca vuelva a ocurrir”, dijeron las representantes.
¿Por qué reformar esta ley? Durante las elecciones presidenciales de 2020 se difundió un memorando del abogado John Eastman que argumentaba que el vicepresidente, quien preside el procedimiento de conteo de votos, tenía el poder para rechazar los votos electorales.
- Pero en ese entonces, Pence llegó a la conclusión de que no tenía ese poder. “No creo que los Fundadores de nuestro país tuvieran la intención de investir al vicepresidente con autoridad unilateral para decidir qué votos electorales deberían contarse durante la sesión conjunta del Congreso, y ningún vicepresidente en la historia de Estados Unidos ha hecho valer tal autoridad”, dijo en una carta publicada poco antes de que comenzara la sesión el 6 de enero.
- Trump, de hecho, insistió este año en que Pence tenía el poder de intervenir. Los intentos del expresidente de aprovecharse de las ambigüedades de la ley fueron únicos en la historia de Estados Unidos y pusieron de relieve la necesidad de hacer esfuerzos para garantizar una transferencia pacífica del poder.
- Ya en enero de este año, los republicanos habían manifestado su intención de reformar la legislación y los demócratas hicieron lo mismo en febrero.
- En las audiencias del comité del 6 de enero, los investigadores destacaron que explotar las ambigüedades de la Ley de Conteo Electoral era una parte central de los esfuerzos para anular las elecciones.
La contraparte. En el Senado, un grupo bipartidista presentó un julio un proyecto para reformar esta misma legislación y está programada para ser revisada por un comité a finales de este mes.
Una de las diferencias entre la medida de la Cámara y la versión del Senado, es que el proyecto de los senadores requeriría que una quinta parte de cada cámara forzara una votación para objetar a los electores.