El grupo paramilitar Hezbollah disparó docenas de cohetes y proyectiles el domingo contra posiciones israelíes en un área en disputa a lo largo de la frontera del país.
El asalto, con una cantidad considerable de cohetes y proyectiles, se dirigió contra tres puntos israelíes situados en las zonas adyacentes a la frontera de los Altos del Golán, ocupados por Israel y Siria.
En una proclama pública, Hezbollah identificó su ataque como un acto de solidaridad con la “resistencia palestina”.
El grupo anunció que su ofensiva había sido fructífera y que sus misiles alcanzaron con precisión los objetivos israelíes.
En represalia a este ataque, el ejército israelí respondió con una fuerza similar. Las regiones del lado libanés de la frontera, desde donde se lanzaron los ataques iniciales, fueron objeto de las represalias de la artillería de Israel.
Sin embargo, aún no se han revelado detalles sobre las posibles bajas resultantes de este intercambio de fuego, sin que se disponga de informes inmediatos.
Las fuerzas israelíes controlan las granjas de Chebaa, la zona desde la que se lanzaron algunos de los ataques, desde que se las arrebataron a Siria en el conflicto de Oriente Medio de 1967. Sin embargo, el gobierno libanés sigue reclamando las granjas de Chebaa y las colinas vecinas de Kfar Chouba como territorios libaneses.
Los Altos del Golán, otro punto clave del conflicto, fueron anexionados por Israel en 1981. Pero esta zona sigue siendo un foco de debate en el marco geopolítico de la región.
La reciente agresión intensifica la tensión en estos territorios en disputa, poniendo de relieve el frágil equilibrio de poder y las reivindicaciones territoriales en la región.
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