Los dirigentes de la ciudad de Norman están explorando soluciones viables para reubicar su refugio para personas sin hogar, dando prioridad a la seguridad y garantizando al mismo tiempo un amplio apoyo a la población sin hogar. Este esfuerzo en curso trata de abordar las preocupaciones de la comunidad, especialmente en lo que respecta a la proximidad del refugio a la Escuela Internacional Le Monde, reseña KOCO.
El debate en torno a la reubicación del refugio para personas sin hogar reaviva las preocupaciones expresadas inicialmente en 2022, centradas en evitar que los delincuentes sexuales accedan al refugio. Los padres y los responsables de la escuela expresan su malestar y abogan por un cambio de ubicación para garantizar la seguridad de los alumnos.
El alcalde Larry Heikkila reconoce estas inquietudes pero apoya la misión inclusiva del refugio. "Necesitamos apoyar a nuestra población de sin techo, pero tenemos que proteger a nuestros niños", declaró Heikkila, haciéndose eco del sentimiento de muchos residentes de Norman.
En el centro de esta cuestión se encuentra el refugio de baja barrera existente en Gray Street. Los refugios de baja barrera, avalados por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU., se esfuerzan por acoger al mayor número posible de personas sin estrictos requisitos de entrada. April Doshier, directora ejecutiva de Food and Shelter, Inc, subrayó: "Los refugios de baja barrera están considerados una de las mejores prácticas del HUD. Garantizan que pueda entrar el mayor número posible de personas. No es lo mismo que sin barreras".
A pesar de los protocolos de investigación del refugio para excluir a los delincuentes sexuales, las aprehensiones persisten. "Buscamos en esas listas y nos aseguramos de encontrar un refugio alternativo", tranquilizó Doshier. El contrato del refugio con la ciudad obliga a garantizar la seguridad a la vez que se asiste a los necesitados. Según Doshier, "no hemos visto ningún problema de seguridad en el refugio. Nada indica que los delincuentes sexuales estén haciendo daño a la gente aquí en Norman".
El alcalde Heikkila se mantiene cauto e insiste en la solidez de estos procesos. "Debemos asegurarnos de que quien ingresa en el refugio no es un delincuente sexual. Los que sean delincuentes sexuales deben ir a otro sitio", recalcó Heikkila. Este enfoque riguroso pretende fortificar la confianza de la comunidad y la seguridad del refugio.
Food and Shelter, Inc. aboga por trasladarse al Griffin Memorial Hospital, una ubicación que promete ventajas logísticas. Doshier explica: "La ubicación es mejor para nuestros huéspedes que pasan la noche en el refugio. Hay servicios diurnos cercanos, incluidos los que ofrece el centro de salud mental y comida y refugio durante el día. Parece una situación beneficiosa para todos".
Los funcionarios municipales y las partes interesadas de la comunidad esperan noticias inminentes sobre la viabilidad de alquilar una instalación temporal en el hospital. Esta decisión podría marcar un importante punto de inflexión en los esfuerzos de Norman por equilibrar la ayuda humanitaria con la seguridad de la comunidad.