La vicepresidenta Kamala Harris y la exrepresentante republicana Liz Cheney se unirán el jueves en Wisconsin para un evento político que promete atraer la atención de todos. Este encuentro, programado justo antes de las elecciones, resalta el apoyo de Cheney hacia la candidata presidencial demócrata y busca atraer a los votantes indecisos que aún se ven influenciados por el expresidente Donald Trump.
Un simbólico encuentro en Ripon
Ripon, conocido como la cuna del Partido Republicano, será el escenario del encuentro. La presencia de Cheney indica su firme determinación de evitar que Trump regrese a la Casa Blanca. Su misión coincide con sus anteriores críticas a la influencia de Trump y refuerza su compromiso de atraer a los republicanos descontentos con el expresidente.
Cheney, quien alguna vez fue una conservadora leal, llamó la atención al oponerse a Trump, especialmente tras su voto a favor de la destitución luego de la insurrección del 6 de enero. En un discurso en la Universidad Duke, Cheney subrayó la importancia de tomar decisiones basadas en principios.
"Como conservadora que valora la Constitución, lo he considerado profundamente".
Familia Cheney contra Trump
El padre de Liz, el exvicepresidente Dick Cheney, también expresó su preocupación. Describió a Trump como una de las mayores amenazas para la Constitución de Estados Unidos. Liz Cheney demuestra con sus acciones que prioriza la lealtad a la Constitución sobre la del partido, algo poco común en la política actual.
Trump no tardó en reaccionar de manera controvertida. A través de Truth Social, llamó a Dick Cheney un "republicano solo de nombre" y sugirió que se resolviera el caso de Liz en relación con las investigaciones del 6 de enero, destacando las crecientes divisiones dentro del Partido Republicano, reseñó CNN.
Enfoque en la unidad y la democracia
Durante su discurso en la Universidad de Duke, Cheney insistió en la necesidad de evitar que Trump sea reelegido y pidió a los votantes que no tomen decisiones electorales a la ligera. Mientras tanto, Harris planea involucrar a los votantes republicanos e independientes en Ripon, centrándose en los valores constitucionales.
"La defensa de la democracia está por encima de las divisiones partidistas", reafirmó Cheney, y es un mensaje que tanto ella como Harris buscan transmitir.
Tras su voto a favor de la destitución de Trump, Cheney perdió su posición como presidenta de la conferencia del Partido Republicano. Su papel en el comité de investigación de los disturbios en el Capitolio el 6 de enero consolidó su resistencia a la influencia del expresidente.
Estrategia de Kamala Harris ante el electorado
Kamala Harris enfatizará las raíces históricas de Ripon en su discurso. Un alto funcionario de la campaña de Harris indicó a NCB News que se centrará en los valores fundacionales del Partido Republicano, como el compromiso con la Constitución y el estado de derecho. Con frecuencia, Harris critica a Trump por su aparente desprecio hacia estos principios.
Los respaldos a la campaña de Harris continuaron creciendo. Figuras como el exrepresentante Adam Kinzinger y el hijo del fallecido senador John McCain, Jimmy McCain, se sumaron a esta causa. Recientemente, el exsenador Jeff Flake también manifestó su apoyo, diciendo: "Apoyaré a Kamala Harris para presidenta y a Tim Walz para vicepresidente".
Un esfuerzo bipartidista en marcha
El esfuerzo bipartisan de la campaña no se limita a Cheney. Tienen planes para eventos en estados como Pensilvania, Michigan, Arizona y Georgia. Buscan conectar con aquellos votantes que priorizan los valores constitucionales por encima de cualquier lealtad partidaria.
La campaña de Harris-Walz ha destinado una considerable inversión a sus esfuerzos de captación de votantes. Han lanzado anuncios impactantes en línea, en los que antiguos partidarios de Trump analizan los problemas económicos de una posible nueva presidencia de Trump.
Además, lanzaron "Republicanos de Wisconsin por Harris-Walz", liderada por 24 líderes conservadores del estado, con el fin de resonar con los valores de los votantes locales. Este grupo se suma a una colección más amplia llamada "Republicanos por Harris-Walz", que incluye a más de 200 antiguos miembros del personal de candidatos republicanos como George W. Bush y Mitt Romney.
Sin embargo, no todos los demócratas ven con buenos ojos este enfoque bipartidista. La representante estatal de Georgia, Ruwa Romman, expresó su preocupación por la dependencia de estos apoyos republicanos, sugiriendo un posible dilema de identidad dentro de la campaña.
A medida que la campaña de Harris se adentra en territorios tradicionalmente republicanos, destaca una narrativa de unidad y la importancia de superar la división política en este periodo electoral crucial.