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Sonia Gutiérrez y sus más de 5 décadas comprometida con la formación profesional de latinos en DC

Esta puertorriqueña ha sido una consejera clave y una firme defensora de sus alumnos, siempre esforzándose por ayudarles a alcanzar sus metas y mejorar sus vidas

sonia gutierrez
Sonia Gutiérrez fundó la escuela Carlos Rosario. En 2019 se despidió de la que fue su casa durante 47 años. Foto por Olga Imbaquingo.

Sonia Gutiérrez, es una destacada profesora y activista de los derechos hispanos en Estados Unidos. Ha dedicado gran parte de su vida a apoyar a los estudiantes de la Carlos Rosario International Public Charter School, una institución para adultos en Washington D.C.

Esta puertorriqueña ha sido una consejera clave y una firme defensora de sus alumnos, siempre esforzándose por ayudarles a alcanzar sus metas y mejorar sus vidas. Sus luchas a favor de los inmigrantes, su legado y su ejemplo para las mujeres hispanas en el área metropolitana.

Se graduó en Finanza y Administración Empresariales en la Universidad de Puerto Rico en 1961 y completó una maestría en Administración de la Educación de Adultos en la Universidad del Distrito de Columbia en 1978.

En cuanto a su trayectoria profesional, Gutiérrez comenzó a trabajar en el ámbito de la alfabetización en el Distrito de Columbia en mayo de 1972, desempeñándose como consejera del Programa de Instrucción en inglés para hispanoamericanos (PEILA). En octubre de ese mismo año, fue designada directora de PEILA por su fundador, Carlos Manuel Rosario.

Para 1978 fue una de las creadoras del Centro de formación de Adultos Gordon, instituto que fusionó PEILA con el programa de americanización del distrito de Columbia, diez años después pidió al ayuntamiento de la ciudad que esta institución cambiase de nombre a Centro de Educación de Adultos de Rosario de Carlos, en honor al fundador de PEILA.

Gutiérrez no dudó en llamarla Carlos Rosario, porque “el viejo fue quien empezó todo para darles trabajo, comida y servicios a los inmigrantes; yo solo era la nena que emuló sus pasos y eso se pega, mija”, declaró a El Tiempo Latino en entrevistas pasadas.

La escuela Carlos Rosario es sinónimo de educación para adultos. Más de dos mil alumnos, el 75% latinos, un 25% etíopes y unos cuántos asiáticos, estudian en dos edificios.

De allí salen las asistentes de enfermería y de artes culinarias que trabajan en la ciudad. “El mayor logro es que todos salen con empleo”, ese es su orgullo.

“Nunca se den por vencidos, no olviden que los latinos somos el futuro”, expresó Gutiérrez.