Al aprobar el martes 1 un proyecto de ley que impide la caída de la economía en el llamado “precipicio fiscal”, el Congreso pasó la responsabilidad al presidente Barack Obama para que decida sobre las nuevas cargas fiscales a los ricos. Esto sin reducir el déficit presupuestario, que seguirá aumentando a lo largo de una década.
El proyecto aprobado aumenta los impuestos a individuos que ganan $400.000 al año, y a parejas que suman $450.000. Este grupo verá en sus cobros mensuales un incremento del aporte para impuestos de casi cinco puntos: del 35 al 39,6 por ciento.
En la propuesta original de Obama, el aumento iba a impactar a la clase media, con salarios de $200.000 a $250.000.
El proyecto para evitar el precipicio se debatió durante todo diciembre, sin suerte. En el Senado se aprobó el lunes 31 por 89-8 y el martes 1 en la Cámara de Representantes por 257-167.
Obama firmó la ley el miércoles 2.
Pero todos los salarios se verán afectados por esta nueva ley, a pesar de las aspiraciones del presidente. Como ejemplo, en 2013, a los que ganen $30.000 se les descontará $50 más por mes. A los que ganen $113.700, se les descontará $189,50 al mes.
La aprobación no impedirá nuevas batallas sobre el aumento de los gastos federales y la deuda.
“La promesa central de mi campaña presidencial fue cambiar un sistema fiscal demasiado beneficioso para los acaudalados a expensas de la clase media”, dijo Obama en la Casa Blanca antes de regresar a Hawaii para completar sus vacaciones.
Muchos legisladores republicanos votaron a favor, pese a la oposición tradicional del partido al aumento de los impuestos.
Por la nueva medida, se extenderá a 99 semanas los beneficios por desempleo a unas 2 millones de personas; se postergará el pago de los programas sociales de salud a los médicos y se pospondrán por dos meses reducciones monumentales en gastos militares y programas sociales.
Ambas partes lamentaron no haber podido reducir el galopante déficit federal. Pero tampoco mencionaron otro de sus fracasos: la inmediata expiración de un plan adoptado hace dos años que redujo del 6,2 por ciento al 4,2 por ciento el impuesto de la Seguridad Social aplicado a los salarios.
En total, el proyecto de ley agregará casi $4 billones en números rojos al déficit del país durante la próxima década, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, una entidad apolítica.
La magnitud de la iniciativa avalada disminuyó considerablemente en los dos meses desde que Obama convocó a los dirigentes legislativos a la Casa Blanca para un primer intento de llegar a una solución negociada después de los comicios.