Como mis compañeros, cuando supe que un multimillonario de Wall Street había hecho una apuesta diciendo que la compañía que yo represento, Herbalife, iba a caer en bancarrota porque era “un fraude” y “explotaba a los latinos”, sentí que debía hacer algo y contar mi historia. Y agradezco la oportunidad.
Me llamo Jonathan Rodríguez, soy puertorriqueño, y llevo ocho años trabajando como asociado de Herbalife.
Lo mío es una cuestión de familia, como es el caso de tantos compañeros en este negocio. Yo trabajo con mi esposa y la mamá de mi esposa ha sido distribuidora de Herbalife por unos 15 años.
La verdad es que ella —la que iba a ser mi suegra—‚ me ofrecía el producto y yo no le hacía caso. Y no creía en esas cosas. En 2011 nos casamos y vi a mi cuñado bajar 20 libras en un mes y yo estaba entonces sufriendo de sobrepeso, así que pude comprobar que el producto funcioanaba.
Lo que sigue es simple y sencillo de entender: comencé a utilizar los productos por mi propio beneficio. Mis problemas con el peso me hacían tener una autoestima muy baja y era muy negativo. Además de usar el producto empecé a cuidarme. Mi cuñado me dejaba saber cómo usarlo, me asesoraba y me aconsejaba.
Mi profesión era enfermero. Yo llevaba 4 años en un hospital pediátrico en el área de cuidados intensivos donde llegaban los casos más críticos de la región de El Caribe. Había días en que trabajaba 16 y 17 horas. Tenía dos hijos y vivía bajo una gran presión sobre dónde enviarlos a estudiar para que tuviesen éxito en la vida. Necesitaba ganar dinero y me esforzaba al máximo.
Cuando empecé a bajar de peso mis compañeras del trabajo me preguntaban y se intersaban por el producto. Les di a prbar durante un lunch del hospital y se intersaron aún más. Así fue como empecé a ganar un dinero extra que era lo que necesitaba.
Cinco meses después sentí que todo iba a mejor. Hoy yo ayudo económicamente a mi mamá que vive en Connecticut con mi hermanito.Mis mejores amigos hoy hacen Herbalife y, al final, nuestra comunidad cambia.
Mi círculo de influencia y familiar que lo aceptó está feliz. Hemos superado el riesgo de vivir en barrios llenos de violencia y crimen.
Yo les digo: sí se puede. Y yo soy un ejemplo de ello.
RODRIGUEZ ES ASOCIADO DE HERBALIFE DESDE HACE 8 AÑOS.