El Gobierno de Obama, por medio del Departamento de Justicia, presentó el jueves 12 de marzo una moción de emergencia ante la Corte federal de Apelaciones del Quinto Circuito, situada en Nueva Orleans, para pedirle que bloquee la orden del juez Andew Hanen que desde hace un mes ha impedido al mandatario iniciar el proceso de ofrecer permisos de trabajo a millones de indocumentados.
La acción del Gobierno federal ocurre luego de que el magistrado Hanen decidió posponer su decisión sobre el recurso de urgencia presentado por la administración Obama.
El juez citó como justificación la “gravedad” de las acusaciones hechas por los 26 estados demandantes, encabezadas por Texas, que rechazan las órdenes ejecutivas del mandatario de alivio migratorio temporal por considerarlas como inconstitucionales porque alegan que esa tarea corresponde al Congreso.
La orden juez Hanen “no tiene precedentes y es errónea”, indicó el Departamento de Justicia en su apelación, al enfatizar que “la Constitución no autoriza a los estados a que se entrometan en el dominio únicamente federal de la aplicación de la ley de inmigración”.
El juez Hanen había citado a una audiencia el 19 de marzo a funcionarios federales que presuntamente habrían comenzado a implementar las medidas de forma ilegal.
En lugar de acudir a esta audiencia, el Gobierno de Obama recurrió a la suspensión de las medidas migratorias a una instancia superior, en este caso el Tribunal de Nueva Orleans, con jurisdicción sobre Texas, considerada una de las más cortes más conservadoras del país.
El fallo del magistrado Hanen, propuesto para su puesto en 2002 por el entonces presidente George W. Bush, ha afectado a la ampliación del programa DACA para jóvenes indocumentados, cuyo comienzo estaba previsto para el 18 de febrero pasado.
La decisión de Hanen también repercutió en el programa Acción Diferida para Responsabilidad de los Padres (DAPA), para padres de ciudadanos estadounidenses o con residencia permanente y cuyo inicio está previsto para el mayo próximo.