El primer senador hispano electo en Maryland en 2010 se sienta en el escritorio y pide un café antes de iniciar la entrevista. Dice no tener miedo de asumir este nuevo reto, así como nunca lo tuvo al momento de lanzarse como delegado estatal hace 16 años. Ahora aspira al cargo de Fiscal General del condado de Prince George’s y parece estar muy claro en su objetivo.
Víctor Ramírez, quien renunciará a fin de año como senador, dejará una vacante que no llenará otro hispano, pues a su juicio hay “miedo de perder”. La única persona con la que contaban para no dejar la Cámara sin representación sintió temor. Sin embargo, ahora desde el cargo que aspira obtener quiere hacer cambios que beneficien no solo a la comunidad latina, sino a los más pobres imputados con delitos menores que van a la cárcel.
La tarea no es fácil, pero el funcionario quiere reducir al menos 25% de los detenidos con cargos que, a su juicio, no justifican encarcelamiento. “Actualmente en el Condado Prince George’s hay 100 fiscales y tal vez hay uno latino. Necesitamos tener gente que entienda la población no solo inmigrante, sino de bajos recursos, que comprendan que la gente comete errores y que en ciertos casos merecen una segunda oportunidad”, dice el senador a El Tiempo Latino.
Dos de los logros destacados en su gestión, de los cuales dice sentirse orgullo son la ley estatal de Soñadores (Dream Act), que estipula matrículas locales para esta población de estudiantes, en vez de pagar altos precios como foráneos, así como la legislación que permitió la licencia de conducir para inmigrantes indocumentados, la cual había sido suspendida luego de los actos terroristas del 11 de septiembre de 2001.
“Por mi parte, yo sigo practicando como abogado por casi 17 años. Tenemos que cambiar la forma como se tratan ciertos delitos. Los que tienen problemas mentales, con drogas o alcohol, necesitan más servicios en vez de encarcelamiento, porque ahí no van a tener apoyo. Saldrán a cometer lo mismo. Así que la cárcel ha sido un negocio. Eso se ve con la construcción de más prisiones de inmigración. Es un negocio no solamente en Maryland sino en otras partes. Hay cargos que para mí que no merecen cárcel. Por ejemplo, manejo con licencia suspendida, posesión de pequeñas cantidades de marihuana, entrar en propiedad privada, manejar sin registro o seguro, entre otros”, afirma, mientras que recuerda que cada persona detenida representa $140 diarios.
Para el abogado, las poblaciones más desfavorecidas son las que van a las cárcel en mayor proporción. Así pues, la mayoría de detenidos, según su criterio, son pobres y personas de color, entre los cuales están los latinos y afroamericanos.
¿Cree que las políticas anti inmigrantes de Trump impulsarán o desmotivarán el voto hispano local?
Es difícil responder esa pregunta. La realidad es que la participación en las elecciones locales es menor que las presidenciales. Queremos que la gente se despierte, que vote por un tío, papá o familiar que no pueda hacerlo. Siento que las personas no ven la conexión de ir a votar y los recursos que puede traer a su comunidad: mejores escuelas, servicios, relaciones con la policía, entre otros.
¿Piensa ganar con el voto latino?
La mayoría de los votos latinos están en el condado de Montgomery, luego le sigue Prince George’s. Yo no voy a ganar esta elección solo con el voto hispano. Yo creo que cada vez que vienen las elecciones nos preguntamos ¿dónde está el voto latino?, pero cualquier comunidad tiene que levantarse e ir a votar si quiere ver el cambio o más recursos.
¿Qué hará como fiscal que no puede hacer como senador?
El fiscal es más poderoso que un policía o un juez, porque finalmente es el que decide. Solo 5% de los casos van a un juicio. El resto es una oferta que el acusado y el fiscal acuerdan. Para aclarar algo, hay cierta gente que debe ir a la cárcel. Estamos hablando solo de los delitos menores en los que no hay víctimas.