Para las personas de la tercera edad latinas con alguna enfermedad en los EEUU, que se lamentan de la seguridad social empobrecida y de la salud encarecida, parece que los buenos tiempos, si alguna vez existieron, se acabaron. Casi cuatro millones de ellos ya cruzaron la línea de los 65 años de vida y en vez de disfrutar de su tiempo libre se enfrentan a un futuro incierto. Este es el grupo que menos y más tarde accede a los beneficios y una atención oportuna.
El grupo de población de adultos mayores que más rápido crece es el latino. Según la Alianza de Jubilados de Estados Unidos, en menos de 10 años se duplicará el número de ancianos hispanos. Estas proyecciones preocupan más porque soplan fuertes vientos que ponen en peligro al Seguro Social, Medicaid y Medicare. Este ensombrecido horizonte ha puesto en alerta a una variedad de organizaciones para buscar soluciones antes de que sea demasiado tarde.
Un ejemplo de ello se vivió el pasado 11 de julio, en Silver Spring, Maryland. El National Hispanic Council on Aiging (Concejo Nacional Hispano sobre la Tercera Edad o NHCOA) está sumando esfuerzos para desterrar una “enfermedad” llamada desconocimiento, que afecta a los latinos. A esta iniciativa se unen organizaciones como Latino Health Initiative, AARP, Pharma, la Asociación Americana de Alzheimer, All of Us Research Program, Family Values y otras.
Medicina de precisión

Desafíos. Según este grupo de trabajadoras y voluntarias que laboran en el cuidado de personas mayores, la pobreza, desinformación y soledad son grandes problemas para latinos mayores.
Cada vez se habla más del concepto de medicina de precisión, pero los latinos están ausentes de los beneficios de tratamientos que toman en cuenta variables como los genes, el medio ambiente y el estilo de vida de cada individuo.
Para entender el por qué un grupo racial es más propenso a ciertas enfermedades y cómo responde a la cura, las universidades y centros de investigación hacen ensayos clínicos con voluntarios. Los latinos, con apenas el uno por ciento de participación en estos estudios, no se dan por enterados del valor de estos procedimientos.
“Los latinos tienen la tasa más alta de probabilidades de desarrollar Alzheimer y demencia. También son los que más riesgo tienen de sufrir diabetes y presión alta. Además llegan más tarde en busca de diagnóstico y tratamiento y no participan en las investigaciones clínicas, por lo tanto las soluciones son más limitadas”, dijo Ana M. Nelson, vicepresidenta de los programas y servicios de la Asociación de Alzheimer. Ella dio un pronóstico nada alentador: unos 200 mil latinos sufren ahora de demencia y para el 2050, las víctimas de esta enfermedad degenerativa alcanzarán al millón 300 mil.
Además, en la temporada de gripes e influenza, los latinos de edad avanzada se enferman más porque mientras las otras minorías, en el orden del 57%, reciben la vacuna, solo el 44% de latinos se beneficia de tratamiento preventivo y gratuito.
Red de Cuidados

Demografía. En Estados Unidos la minoría que menos obtiene beneficios de los servicios sociales es la población latina.
Aquí entra en juego otro factor: la esperanza de vida entre los latinos aumenta, lo cual es bueno, pero si a la par se agranda la pobreza y la desinformación, no es exagerado decir que se avecina un crudo temporal para esta minoría. El escenario se complica aún más porque no existe una red de cuidados.
El peso del cuidado de un ser querido enfermo recae en la familia, con serias consecuencias económicas. De la importancia de los cuidados de las personas de la tercera edad se habló durante la cita liderada por NHCOA, que junto con AARP, cree que es importante votar en las elecciones para, por ejemplo, lograr legislaciones que favorezcan a las personas que cuidan de los ancianos.
Sonia Mora, representante de Latino Health Initiative, reconoció que la situación de los abuelitos hispanos es preocupante. Su organización desde este año está doblando esfuerzos a favor de ellos. “En el condado de Montgomery, hay 165.000 latinos que están envejeciendo rápido y queremos ayudarlos, porque como decimos en español, ‘hoy por ti, mañana por mí’”, dijo.
En Estados Unidos, unos 9 millones de personas, en algún momento de sus vidas, han cuidado de un enfermo o de un niño, sin remuneración. Eso es trabajo y alguien tiene que responsabilizarse. Las personas encargadas de cuidar a los ancianos no están bien remuneradas, ganan un promedio de $39.000. Lo bueno es que hay leyes que protegen laboralmente a quien se ausenta del trabajo para cuidar a un ser querido.
Un arduo trabajo
Bolivia Duque trabaja cuidando ancianos. La experiencia la adquirió atendiendo a una enfermera que ya falleció, desde entonces ella trabaja a través de una agencia y de los $25 que el paciente o el estado paga, a esta cuidadora solo le llegan $11.50. “No tengo días de descanso porque no hay reemplazos y el drama más grande de las personas ancianas es que les falta información, incluso a los más educados”, señaló.
“Unas 700 mil cuidadoras en Maryland corrían el riesgo de perder el trabajo para cuidar a un familiar. En Washington, DC se logró una legislación que protege a estas personas y en Maryland también estamos haciendo lo mismo con la ley de familias saludables”, recordó Wendy Chun-Hoon, directora de la organización Family Values @ Work.
DÓNDE BUSCAR INFORMACIÓN Y AYUDA
Salud. Los familiares, ciudadanos o no, que necesitan información sobre las ayudas para el cuidado de personas mayores en Montgomery County pueden llamar al Departamento de Salud del condado de Montgomery al (240) 777-3000. Cuando llame diga “Spanish please”. Los servicios también son para personas sordas.
Transporte. En el condado de Montgomery, una persona mayor de 50 años sin transporte para ir al doctor, al hospital, al mercado o incluso para ir a votar a su recinto electoral puede llamar al (301) 738-3252. El programa está a cargo del Concejo Judío de Ancianos. Envíe un e mail a connectARide@accessJCA.org. El servicio es para todos. Se ofrece a las personas con discapacidades y acompañante. Se habla español.
Pasajes. Washington, DC ofrece el servicio puerta a puerta para personas con discapacidades. No se necesita ser ciudadano. Las citas para obtener el servicio a la puerta o para beneficiarse del pasaje reducido llamar al (202) 962-2700. Se habla español.
Permisos. En Washington DC y en Maryland ya existen leyes que benefician y protegen de ser despedidos de los trabajos a los familiares al cuidado de sus seres queridos. Para obtener más información sobre los días de enfermedad y sus pagos y otros detalles llame al (443) 692-9421 (Pida hablar en español) o entre a la página: www.earnedsickdaysmd.org.