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Rostro joven del cine boliviano visitó DC

El ser un niño pianista lo llevó a los 7 años a la escena cinematográfica con la película boliviana “Saber que te he buscado”, un largometraje donde Santiago Rozo quedó deslumbrando por el ambiente captado en cámara, aunque figurara en un pequeño papel para aquella película.

Aquel niño llamó la atención de los espectadores y los productores de la gran pantalla, y en 2009 entró en el elenco de otro film boliviano que impulsaba un nuevo momento de la producción cinematográfica del país andino: “Rojo Amarillo Verde”. Hoy aquel niño ya crecido protagoniza “El Río”, otra película estrenada en 2018 que explora nuevos lenguajes para la producción boliviana.

Con esta cinta, Santiago Rozo visitó Washington, DC en días recientes para participar en un conversatorio  después de la proyección del film en la apertura del octavo festival de cine “De las calles a la gran pantalla”, realizado en el Teatro GALA con filmes procedentes de Bolivia, México y Brasil entre otros.

ACTOR. Santiago, de 21 años, encarna a Sebastián, un adolescente que se muda de la ciudad a la región amazónica.


           
   

Crédito: Tomás Guevara

ACTOR. Santiago, de 21 años, encarna a Sebastián, un adolescente que se muda de la ciudad a la región amazónica.

En conversación con El Tiempo Latino después de la proyección de “El Río”, Santiago comentó que esta película ha sido de auto descubrimiento para él por varios aspectos de la trama, la locación del rodaje en la amazonia boliviana y de la psicología de los personajes con varios temas que mantienen la contención a lo largo de esta película.

Santiago, de 21 años, encarna a Sebastián, un adolescente de 16 años que se muda de la ciudad hacia esa región de El Beni, fronteriza con Brasil, para buscar a su padre, un terrateniente y mercader de maderas ilegales. En esa localidad descubre un lado oscuro de su progenitor y del entorno de la selva donde predomina la explotación, la violencia doméstica, los miedos y silencios.

“Esta es una película que muestra una cara de Bolivia que no se conoce mucho, el oriente boliviano con su amazonía, se muestra también un lado visual desconocido y un lado cultural poco explorado. Otro tema importante que se muestra es el de la situación de las mujeres, con la violencia doméstica contra las féminas, un tema que poco a poco se ha comenzado a discutir el Bolivia”, comentó el joven actor sobre esta película.

Santiago siguió su camino en la música, con el piano. Actualmente reside en Toronto, Canadá, mientras estudia en el conservatorio y trabaja con el instrumento que ha ejecutado desde niño, pero su otra pasión está en la actuación, en especial en la escena cinematográfica donde dice que se siente muy cómodo con la cámara y la exploración de los personajes con todos los artilugios de magia que envuelve el séptimo arte.

La producción de “El Río” dirigida por Juan Pablo Richter, una película de factura boliviana y ecuatoriana, le ofreció a Santiago Rozo la oportunidad de trabajar en el filme porque ya existía una amistad sólida con el director a partir de otros proyectos de cine en que habían trabajado juntos; sin embargo, se sometió a las pruebas para el personaje y en efecto fue llamado.

Si la ficción puede superar a la realidad, en su caso, el protagónico de esta cinta comenta que la construcción del personaje y la búsqueda lo llevaron a explorar caminos internos que no se había detenido a entender.

BOLIVIA. “Esta es una película que muestra una cara de Bolivia que no se conoce mucho, el oriente boliviano”


           
   

Crédito: Tomás Guevara

BOLIVIA. “Esta es una película que muestra una cara de Bolivia que no se conoce mucho, el oriente boliviano”

Tanto el actor como el personaje estaban entrando a mundos desconocidos, y el buen tono del director en moldear las escenas le permitió a Rozo hacer un rol que junto al resto del elenco se mantiene con una solidez y atracción casi gravitacional que permite al espectador a lo largo del filme retirar una a una las capas para desnudar el interior de los personajes.

“Sebastián es un personaje muy controversial y muy confundido, realmente tuve que poner mucho de mí para sacar este personaje a la luz, es algo que no había hecho antes.  El rol de Sebastián es como la persona que está viendo la película, él va con los ojos abiertos a conocer este planeta nuevo que es el oriente boliviano”, comentó el actor.

En su corta estancia en Washington DC Santiago Rozo tuvo la oportunidad de interactuar con miembros de la numerosa comunidad boliviana del área de la capital nacional, sobre todo aquellos amantes del séptimo arte que siguen la producción del país andino y conocen este rostro joven de la gran pantalla en su país.

Durante el coloquio con la audiencia del festival en el Teatro GALA, Fadrique Iglesias, un boliviano enrolado en el mundo cultural del área de la capital fue el encargado de moderar el panel con el invitado y quien puso en perspectiva la producción cinematográfica de su país y los quiebres de ese proceso en el que el rostro y talento de Santiago Rozo ha sido parte como actor desde niño.

“Hasta ahora hemos recibido mucho apoyo, la película ha viajado a varios países, en Latinoamérica la hemos estado mostrando en Colombia, Ecuador, Bolivia, ha llegado a festivales en Norteamérica, creo que ha habido una respuesta muy positiva porque es una película que muestra la belleza, y con un tratamiento cuidadoso para calar con el mensaje que queríamos, que la gente salga de la sala diciendo que Bolivia es un país hermoso”, concluyó esta estrella en ascenso.

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