El gobernador de Maryland, Larry Hogan, solicitó al gobierno federal, sean emitidas más visas H-2B para trabajadores migrantes y así poder obtener ayuda necesaria para la industria de cangrejos y los empleadores del estado.
En una carta dirigida a al secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, el republicano de Marylan, hizo la solicitud formal de este proceso, para que más migrantes sean beneficiados con la visa y puedan aportar y ayudar con el crecimiento económico del estado.
Para Hogan, esos trabajadores son vitales para la zona rural de Maryland y en particular, para la costa este.
El gobernador, también solicitó la elevación del límite de trabajadores. De igual manera, argumentó que en un año típico, se necesitan aproximadamente, 500 trabajadores temporales bajo la visa H-2B, esto, solo para cumplir con la demanda de las 20 casas de recolección de cangrejos.
Sin embargo, el número de visa H-2B ahora tiene un límite de poco más de 60 mil a nivel nacional.
Hogan, refiriéndose a la situación del visado de migrantes, expresó que de no acabar el denominado sistema de lotería arbitrario, los procesadores locales de productos del mar no podrán abrir sus negocios por falta de empleados.
Expresó que otro año de dificultades podría dañar permanentemente la industria pesquera sostenible de Maryland, haciendo que estas familias y las pequeñas empresas cierren, lo que podría tener un impacto devastador en el comercio y el empleo, particularmente en áreas del estado que son económicamente desfavorecidas.
El senador estadounidense, Chris Van Hollen, dijo que la delegación federal de Maryland ha presionado a la administración del presidente Donald Trump para que libere más visas para trabajos temporales.
Van Hollen visitó las casas de cangrejos en la costa este de Maryland y vio “la gran necesidad de estos empleados”.
Es importante resaltar que en Maryland se encuentra una pequeña comunidad llamada Hoopers Island, la cual mostró su amplia preferencia por Donald Trump durante las pasadas elecciones presidenciales, sin embargo, los cambios a las leyes migratorias amenazaron su actual modo de vida.
Esta población es conocida por su industria de cangrejo y ha dependido durante décadas de un programa federal de trabajo temporal, conocido como visa H-2B.
Gracias a este visado, los empleadores podían contratar a trabajadores extranjeros, principalmente mujeres mexicanas, para ir temporalmente al país a recoger carne de cangrejo.