Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, aseguró este domingo 3 de mayo que su gobierno tiene pruebas que señalan que el nuevo coronavirus, causante de la pandemia por COVID-19, tuvo su origen en un laboratorio en Wuhan, China.
El secretario de Estado, sin embargo, no desmintió a las agencias de inteligencia estadounidenses, que indican que el virus no fue creado en un laboratorio. Mientras tanto, en China han negado los señalamientos.
“Hay una cantidad significativa de evidencia de que esto vino desde ese laboratorio en Wuhan”, sostuvo Pompeo en un contacto con This Week, de ABC.
“Los mejores expertos hasta ahora parecen creer que fue hecho por el hombre. No tengo razón para desconfiar de eso en este punto”, aseguró Pompeo. La hipótesis también es compartida por el presidente Donald Trump.
Pompeo añadió que el “Partido Comunista chino sigue bloqueando el acceso a los mejores científicos del mundo, negándose a cooperar con expertos mundiales para descubrir exactamente qué sucedió. Es inaceptable durante la amenaza en curso, durante una pandemia”.
El COVID-19 inició en Wuhan a finales de 2019 y desde entonces se ha propagado por todo el mundo. La Universidad Johns Hopkins reseñó que hasta las 6:00 pm de este domingo había 3 millones 498 mil 283 contagios y 246 mil 736 muertos en el ámbito global por la enfermedad, que causa problemas respiratorios a nivel de los pulmones.
En Estados Unidos la institución contabilizó 1 millón 154 mil 621 casos y 67 mil 451 fallecidos por COVID-19, al cierre de esta nota.
Con información de agencias.