
Cortesía
PERUANA. Yanie Chumpitaz quería descartar que tuviera el virus para protegerse ella y a su esposo Alfred Wechselberger Diez Canseco. | FOTO: CORTESÍA
Cortesía
PRECAUCIÓN. A Jorge Rodríguez-Sawao le tomó 12 días esperar por los resultados de la prueba del COVID-19 en Falls Church, VA. FOTO: CORTESÍA

Cortesía
CLÍNICA. El doctor Sandoval es director de la Clínica Comunitaria y Centro de Investigaciones Emmerson en DC. | FOTO: Cortesía
Cuando Yanie Chumpitaz sospechó a mediados de marzo que uno de sus conocidos habría tenido coronavirus, buscó inmediatamente la forma de realizarse la prueba.
La peruana residente en Arlington, Virginia quería descartar el contagio. “Yo estaba asustada y quería saber cómo me encontraba y eliminar la posibilidad de pasárselo a mi esposo”, dijo.
Trabajando cerca de una oficina de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y teniendo seguro médico, Chumpitaz, de 33 años de edad, pensó que no le sería tan difícil realizarse una prueba.
“Pero fue una odisea. Fui al CDC. No me atendieron. Llegué al Hospital en Georgetown y tampoco pude realizármela porque querían que pasara por Emergencia, pero yo sabía que eso me iba a salir muy caro”, afirmó.
Le indicaron que en las farmacias CVS podrían realizársela, “pero en ese entonces me dijeron que necesitaba una orden”, recordó.
Por cuarta vez intentó. Ahora en el Sistema de MedStar del Distrito de Columbia. “Se supone que el resultado tardaría entre tres y cuatro días, pero me tocó esperar más de una semana”.
Mientras tanto, la ansiedad por saber los resultados la perseguía. “Por fortuna fui negativa, pero durante el tiempo de espera estuve en cuarentena”, expresó la joven magistrada en dirección comercial y mercadeo.
Esto fue al comenzar el pico de la pandemia en Estados Unidos.
Siguen los atrasos
Hoy, cinco meses después, la historia de Chumpitaz parece repetirse con miles de personas.
Una de ellas es Jorge Rodríguez-Sawao, quien recibió sus resultados el pasado 7 de agosto en Falls Church, Virginia. “Gracias a Dios salí negativo, pero tardaron 12 días para dármelos”, dijo. Durante ese tiempo Rodríguez-Sawao, quien trabaja con clientes en la rama de remodelación de viviendas, tenía que mantenerse vigilante. “Yo no podía parar de trabajar, pero trataba de mantener distancia y tomar mis precauciones. Sobre todo, porque sé que hay un gran porcentaje de personas que son asintomáticas y yo temía ser una de ellas”, dijo. “Se tardaron demasiado tiempo para dar los resultados”.
Rodríguez-Sawao no había estado en contacto directo con una persona infectada, “pero uno de los empleados de la compañía donde trabajo había estado con la enfermedad”, dijo.
Entre un día y dos semanas
Al doctor Fabián Sandoval, director de la Clínica Comunitaria y Centro de Investigaciones Emmerson en Washington, DC, le preocupa que no haya un estándar en el tiempo que demora dar los resultados. “A algunos les toma un día u horas y a otros hasta dos semanas”, dijo.
De hecho, a la peruana Ceci Hernández, los resultados se los dieron el mismo día. Se realizó los exámenes en una clínica de Chevy Chase en Maryland.
En cambio, a Richard Cabellos, de Fairfax, Virginia, saber si tiene o no el virus, le estaba tomando más de una semana. Se hizo la prueba el martes 4 de agosto. “Todavía estamos esperando. Mi esposa y yo no podemos ir a trabajar”, se lamentó el martes 11 de agosto.
Obstáculos y desafíos
“Estamos a ocho meses de la aparición del virus y todavía no tenemos todos los insumos para realizar la prueba y en algunos casos, los laboratorios se están tomando mucho tiempo para dar los resultados, causando un efecto que nos atrasa en la detención del virus”, expresó el doctor Sandoval.
Por ejemplo el salvadoreño Raúl Torres, de Washington, DC esperó 15 días para conocer los resultados de su test.
Los CDC dijeron que el período de incubación del COVID-19 es de hasta 14 días, por lo que expertos sostienen que la prueba con resultados tardíos “no vale nada”.
“Es difícil detener la propagación si no podemos obtener resultados confiables y oportunos”, dijo el doctor Sandoval.
¿Por qué la demora?
Expertos señalan que la falta de un plan federal es la causante de los atrasos en las pruebas.
Una de las razones principales de los atrasos es que los laboratorios están realizando más pruebas de COVID-19 aunque no llegan a una cuota diaria apropiada.
Las pruebas que se realizan en el CVS o en consultorios particulares, son mandadas a los laboratorios y estos están tomando más tiempo, dada a la alta demanda.
Hasta el martes 11 de agosto, el número de pruebas en Estados Unidos llegó a 62,5 millones, según la Universidad Johns Hopkins que publica datos sobre el coronavirus en Estados Unidos y el mundo. El promedio de pruebas por día es de 800 mil.
Los trabajadores de laboratorio están presionados y los estados están compitiendo entre sí por los mismos suministros limitados, dijo un reporte de USA Today.
“Es al estilo del viejo Oeste”, afirmó a ese diario Blair Holladay, director ejecutivo de la Sociedad Estadounidense de Patología Clínica. “No ha habido una estrategia nacional de pruebas… por lo que los estados están luchando por las cadenas de suministro. Eso es un problema”.
A mediados de abril, cuando los laboratorios completaron unas 150 mil pruebas de COVID-19 por día, el gobierno federal ofreció un incentivo importante para aumentar la producción de tests.
Medicare pagaría a los laboratorios $100 por cada prueba de “alto rendimiento”, casi el doble de los $51 por prueba pagados en los primeros días de la pandemia, como una forma de conseguir laboratorios con máquinas que procesen muchas pruebas para aumentar la capacidad y ofrecer resultados más rápidos para combatir la propagación del virus.
La expansión prolífica ha llevado a un cuello de botella.
Quest Diagnostics dijo esta semana que el tiempo promedio de respuesta para los pacientes sin prioridad fue de siete días o más. Los pacientes en hospitales, los que se preparan para una cirugía aguda y los trabajadores de la salud con síntomas obtienen resultados en un día.
El laboratorio advirtió que no podrá entregar los resultados de las pruebas de COVID-19 más rápido mientras los casos continúen aumentando rápidamente. La situación es “compleja y difícil de solucionar” y afecta a toda la industria de los laboratorios, dijo Quest en un comunicado.
LabCorp, citando aumentos en la demanda y suministro de pruebas y las limitaciones de equipos, dijo que el tiempo de respuesta promedio para los pacientes no hospitalarios fue de cuatro a seis días, según una portavoz de la compañía.
Más presión a laboratorios
Expertos dicen que el gobierno debe poner mayor presión a los laboratorios. El doctor Joshua Sharfstein, ex comisionado de Salud de Baltimore y el estado de Maryland, aseveró que los programas de seguros comerciales y federales podrían penalizar a los laboratorios que no produjeron resultados en 48 horas o pagar más si lo hacen.
“Es el fracaso de una estrategia federal lo que nos llevó a este punto”, sentenció Sharfstein, profesor y vicedecano de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg. “Los incentivos financieros ayudarían a realizar más pruebas rápidamente. La financiación adicional para garantizar el mercado también ayudaría a aumentar la capacidad de pruebas con el tiempo”.
En el corto plazo, los estados que no pueden desarrollar más capacidad deben establecer prioridades sobre quiénes pueden ser evaluados, puntualizó. El “mejor escenario”, dijo Sharfstein, sería “pruebas más oportunas y, por lo tanto, más significativas”.
En el condado de Prince George’s hubo controversia esta semana porque al parecer en un lugar de pruebas gratuitas, no estaban realizando el examen por segunda vez a quienes habían dado positivo antes.
Ocurrió en el área de Chillum. La delegada estatal de Prince George’s, Deni Taveras, denunció el hecho.
Los estados también están experimentando una escasez de los insumos para realizar la prueba. “Nos falta isopos”, comentó el Dr. Sandoval.
Mientras tanto Yanie Chumpitaz quiere volverse a hacer la prueba por precaución y espera que su experiencia sea distinta a la de marzo.
Por su parte, Jorge Rodríguez-Sawao, se la volverá a realizar en un par de semanas, pero es consciente que durante ese tiempo de espera debe ponerse en cuarentena.