Las declaraciones que pueda hacer un expresidente tienen repercusión, y en este caso, al tratarse de Obama, el antiguo compañero de fórmula con Biden, sus palabras crean más interés en la opinión pública. En su más reciente entrevista, ofrecida al programa “60 Minutes” de CBS, Obama señaló a Trump como uno de los culpables de la “decadencia de la verdad” en la política estadounidense.
Obama explicó que la democracia norteamericana “parecía estar tambaleándose al abismo de una crisis”, pues se había llegado a un punto ya en el que “la verdad ni siquiera importa”.
Rechazó también la actitud contraria a la tradición institucional que ha tomado Donald Trump al no reconocer la victoria de Joe Biden, al tiempo que insistía en el papel de un Presidente de la nación como un funcionario público. “Los presidentes son personas que ocupan un cargo temporal. Cuando su tiempo se acaba, es tiempo de poner al país en primer lugar y ver más allá del ego y los intereses propios”. En este aspecto, Obama se atrevió a aconsejar a Trump: “Si usted quiere ser recordado como alguien que puso al país en primer lugar, debe hacer lo mismo”.
Barack Obama también explicaba, en este análisis, que la situación que atraviesa actualmente Estados Unidos, lleva a un potencial escenario de debilidad que facilitaría acciones contra la nación. “Hay fisuras en el sistema político que [Rusia y China] están convencidos de que pueden explotar”.
El expresidente valoró la cantidad de votos que recibió cada candidato como un resultado de amplia división, pues la participación derivó de una gran preocupación: “Nos dice que estamos muy divididos. No son solo los políticos, los votantes también están divididos”. Para esta situación, entiende que el asunto está en el efecto que han tenido los medios de comunicación en el proceso de desinformación que ha llevado al escepticismo generalizado.
En esta entrevista, Obama ofreció una reflexión sincera de su paso por la política y explica, tal como podrá leerse en su próximo libro, que en algún momento se planteó y cuestionó por las candidaturas que encabezó, llegándose a preguntar si estaba viviendo un momento de vanidad o megalomanía.