A seis meses de las elecciones intermedias y con su índice de aprobación rondando 40%, el equipo del presidente Biden ejecuta una estrategia distinta: anuncios más pequeños y discretos que lleguen a los votantes, que grandes planes de transformación.
La gran imagen. La gran legislación Build Back Better, que prometía grandes inversiones en educación, salud, inmigración y cambio climático, está estancada y casi muerta esperando que el senador Joe Manchin decida que apoyará, si realmente termina respaldando algo de la legislación.
- La reforma migratoria también se estancó, así como la legislación de control de armas y la reforma electoral, que quedaron fuera de la conversación nacional.
- Las ambiciones de Biden han sido reenfocadas y aprovecha de promocionar los beneficios de uno de los éxitos de su administración: la ley bipartidista de infraestructura de 1,2 billones de dólares, que contempla la reparación de puentes y carreteras en ruinas, la expansión del acceso a Internet de banda ancha y la creación de miles de puestos de trabajos.
Pequeños pasos. Pero además de los trabajos para modernizar la infraestructura del país, hace pequeñas acciones que puedan ser visibles para los votantes.
- La semana pasada habló sobre los esfuerzos de su administración para que más camioneros circulen por las carreteras. Luego, recibió al expresidente Barack Obama en una ceremonia en la que firmó una orden ejecutiva para actualizar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, mejor conocida como Obamacare.
- También firmó una legislación para asegurar el futuro financiero del Servicio Postal, una agencia que está en plena reestructuración.
El reenfoque. Si bien el gran paquete Build Back Better dependía solo de los acuerdos internos entre los demócratas —la legislación se estaba realizando bajo el paraguas de “reconciliación”, que evitaba el obstruccionismo republicano— otras legislaciones como las vinculadas a la violencia armada, no salieron por el partidismo que hay en el Congreso.
- “Creo que tiene un buen sentido estratégico que, si el Congreso lo va a bloquear, tome el asunto en sus propias manos”, dijo Eric Schultz, funcionario de comunicaciones de la Casa Blanca de Obama.
- Y el expresidente Barack Obama también se enfrentó a la misma situación y usó su autoridad ejecutiva para poder impulsar su agenda, tanto como fuera posible.
- Schultz señaló que los demócratas deben demostrar que están progresando incluso si no están aprobando la amplia legislación social que prometieron.
- “¿Logramos todo lo que queríamos? No”, dijo. “¿Pero nos arremangamos todos los días y empujamos la aguja hacia adelante? Sí”, afirmó.
Con información de Associated Press